Transoceánico

No hay odisea más emblemática que un viaje transatlántico. Disfrute de unos días en el gran azul arropado por el lujo incomparable de Silversea. Navegue entre el Nuevo Mundo y el Viejo Continente, y ya que está, ¿por qué no parar en las fantásticas islas portuguesas de las Azores? ¿O en los pasmosos paisajes volcánicos de las Aleutianas? Aunque quizás esté listo para atreverse con la aventura definitiva: cruzar el estrecho de Bering.

Ahórrese el desfase horario y llegue fresco a su destino gracias a los cruceros transatlánticos. Los días en el mar le permiten descansar —o cansarse— a su antojo. A bordo de Silversea, podrá disfrutar de apasionantes charlas galardonadas y de otras múltiples opciones de entretenimiento, así como tentar a sus papilas gustativas con la gastronomía más gourmet.

Tanto si se considera un grumete como un lobo de mar, una travesía del Atlántico nunca lo dejará indiferente. Embárquese ahora y saque al marinero que lleva dentro.